La elección de las persianas de tu casa o negocio es una decisión que has de tomar con la máxima información sobre las características de los materiales con los que están fabricadas. Por lo tanto, será lógico que te preguntes si te interesan más las persianas de aluminio o las de PVC.
En este sentido, debes saber que el aluminio es un material ecológico y localizable en grandes cantidades. Su resistencia a las temperaturas altas y sustancias químicas lo hace muy sufrido y duradero.
Su ligereza y sencillo mantenimiento favorecen los acabados que más te gusten. Destaca, por tanto, su aspecto estético. Además, los lacados que puedes aplicar al aluminio evitan la corrosión. Por otro lado, para que tengan capacidad aislante se ha de instalar, entre el marco interno y el externo, un plástico, es decir, la conocida como rotura del puente térmico.
Por su parte, el PVC no tiene origen natural (mezcla química de cloro, carbono e hidrógeno). Sobresale su propiedad aislante (sonora y térmica). Su mantenimiento no resulta costoso, pero tiene las siguientes desventajas:

• Toxicidad (en caso de inflamación).
• Retención del paso de la luz natural.
• Mayor simplicidad estética (menos acabados y colores).

Más allá de la indudable utilidad de las persianas de PVC, las de aluminio tienen algunas características que les hacen ganar en la comparación con el material químico:

• Dan más opciones estéticas.
• Se dilatan menos que las hechas con PVC. El aluminio es más ligero que el PVC, lo que se nota en muelles y bisagras.
• Por último, la perfilería del aluminio es más estrecha y posibilita un incremento de la luz natural.

En definitiva, cuentas con un resumen de los rasgos más relevantes de estos materiales para fabricar persianas. Has de pensar en la forma, la ubicación y el uso para elegir el que más falta te haga.